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Guía completa para optimizar la tasa de conversión web (CRO)

Culpable... Marta Lobo

¿Cueces o enriqueces? O lo que viene a ser lo mismo en este sector ¿sacas partido a tu web? Que estamos seguros de que es preciosa. Pero… ¿Convierte?

La conversión es una de las máximas del Inbound Marketing, porque sin ella ¿de qué vale todo lo demás?

Una web no es solo un escaparate, es una vía para conseguir que el usuario lleve a cabo ciertas acciones que consigan que se “convierta” en cliente. 

Así que, sí, optimizar la tasa de conversión de tu site es primordial…Ya sabes que en esto del marketing, nada se deja al azar. Y también sabes que a nosotros nos encanta ayudar(te)…por eso, te dejamos por aquí una guía completa para optimizar tu tasa de conversión. 

¡Vamos con ello!

¿Qué es CRO?

Empezamos por descubrir qué se esconde detrás de las siglas CRO: Conversion Rate Optimization. O, traducido al castellano, optimización del ratio de conversión. Después de lo que te hemos contado en el primer punto de este post, esto era bastante esperable ¿verdad? Pero, por si las moscas, las cosas claras…que somos conscientes de que, a veces, para entendernos a los marketeros, hace falta un diccionario.

Vale…tenemos claro el concepto. No hace falta que te expliquemos también de qué sirve mejorar la conversión. Más clientes=Aumento de ingresos. No hay más misterio. 

En resumen, el CRO es un conjunto de técnicas a implementar, para conseguir guiar a los usuarios que aterricen en nuestra web a través de ciertas acciones que ayudarán a su conversión en clientes de la empresa. Objetivo fijado.  

¿Cómo calcular la tasa de conversión?

Las matemáticas no mienten. Eso lo sabemos todos desde pequeñitos y, sí, también nos echan una mano en el mundo del marketing. Lo primero que debes hacer antes crear una estrategia de mejora, es calcular tu tasa de conversión. Y, por supuesto, seguir haciéndolo con el tiempo para medir su aumento o, por el contrario, su bajada (¡esperemos que no sea el caso!).

Pero no te preocupes, no son matemáticas avanzadas. La fórmula para calcular la tasa de conversión es muy sencilla. Se trata de establecer un periodo de tiempo y dividir el número de conversiones que conseguiste durante el mismo entre el número de visitas total que obtuvo la página. El resultado final, has de multiplicarlo por 100 y ¡Voilá! Tendrás el porcentaje exacto de tu tasa de conversión.

tasa de conversion web


Y en este punto es importante remarcar que a través de este dato numérico lo que se busca es optimizar. Es decir…no vamos a plantear una estrategia para atraer más visitas (eso por otro lado), sino que lo que buscamos es aumentar el ratio de conversión entre las visitas que ya tenemos. Decirles qué tienen que hacer a esos usuarios que, interesados en tu producto o servicio, se pasean por tu web. ¿Registrarse? ¿Formalizar una compra? ¿Descargar X documento? ¡Cuéntaselo! Y, sobre todo, pónselo fácil. ¿Cómo? Sigue leyendo…

Tipos de conversión

Ahora, vamos a profundizar un poco en el término “conversión”. Porque no tendrás todas las que son, pero sí serán todas las que tendrás. 

Trabalenguas aparte, es importante que distingas los tres tipos de conversiones a tener en cuenta para el CRO:

  1. Conversión: De lo que venimos hablando durante todo el post. Se trata de conseguir que el usuario lleve a cabo una acción hacia la que tú le has guiado, como rellenar un formulario.

  2. Microconversión: Hablamos en este caso de conversiones que vienen a través de acciones que al usuario le cuesta menos realizar, ya que no se trata de una compra o una cesión de datos. Nos referimos, por ejemplo, a ver un vídeo a hacer clic en la CTA de un blogpost. 

  3. Macroconversión: Aquí ya sí hablamos de formalizar una compra o suscripción. Tras haber realizado varias microacciones que le has propuesto, el usuario se decide y pasa a ser cliente. 



Factores a tener en cuenta para obtener una buena conversión

El ratio de conversión de tu web no se va a optimizar solo. Te damos algunas pautas a seguir para implementar a la hora de mejorarlo:

Velocidad de carga: Incluye las mejoras necesarias para aumentar la velocidad de carga de tu sitio web. Un usuario que se aburre de esperar a que se cargue cierto contenido, es un cliente perdido.

CTA: Call to Action o llamada a la acción. En ellas debe primar la claridad. ¿Qué quieres que haga usuario? ¡Díselo claro! Que no quepa lugar a dudas. Ya sabes: “Para registrarte, clic aquí” o “Suscríbete ahora”.  

Contenido de valor: De nada te servirán los dos puntos anteriores si el contenido que alberga tu site no llama la atención de quién está detrás de la pantalla. ¿Por qué tú y no otro? Marca la diferencia con la competencia ofreciendo al usuario eso que de verdad ha venido a buscar. No te vayas por las nubes.

Navegación fácil: No pongas las cosas difíciles. Eso no funciona ni en marketing ni en nada. Claridad, legibilidad, menús intuitivos…Solo piensa en lo que te gusta encontrar a ti cuando accedes a un sitio web y dáselo a tus visitas.

Diseño: ¿Aporta confianza? ¿Habla realmente de tu marca? ¿Es cómodo visualmente? Aunque, seguramente de forma no consciente, los visitantes de tu web lo tendrán muy en cuenta a la hora de decidir si interactuar o abandonar el sitio.

SEO: Search engine optimization. Utiliza el posicionamiento orgánico (Por aquí una guía para optimizar tu SEO) para que te encuentren quienes te están buscando. Hablamos de tu buyer persona (Otra guía de regalo, sobre cómo crear tu buyer persona…¡Estamos que lo tiramos!). No te vayas más lejos. No servirá. 

Fases a tener en cuenta para el CRO:

Ahora que ya tenemos todos los conceptos previos establecidos, nos metemos en faena. ¿Qué pasos has de seguir para optimizar de manera adecuada tu ratio de conversión?

 

  1. Análisis: ¿Qué está fallando? ¿Qué está funcionando? Es necesario tener claras las respuestas a ambas preguntas para poder tomar cualquier decisión estratégica. Google Analytics puede convertirse en tu gran aliado para esta misión, puesto que te proporcionará datos como el porcentaje de rebote, las páginas más vistas de tu web, el tiempo medio que el visitante permanece en ella e incluso desde qué tipo de dispositivo suelen acceder más.

  2. Plantear mejoras: Ya sabes qué falla. Es el momento de plantear nuevas acciones que mejoren tu tasa de conversión. Utiliza toda la información que hayas obtenido en la fase de análisis para desarrollar nuevas opciones que te ayuden a conseguir tu objetivo.

  3. Test: ¿Ya sabes que nuevas opciones implementar? Es hora de testearlas. Impleméntalas y establece un periodo de tiempo, pasado el cual has de volcarte en los datos para verificar si los cambios están funcionando o, por el contrario, debes volver al paso dos.

  4. Vuelta a empezar: ¡No te asustes! No lo has hecho mal. Pero esta es una tarea que se alarga en el tiempo. Una vez que estés conforme con tu tasa de conversión, no puedes echarte a dormir. Debes seguir analizando la situación periódicamente y, si vuelve a ser necesario, rehacer de nuevo la estrategia. El marketing nunca para de evolucionar.

 

Y como hoy estamos generosos (Si nos conoces bien, sabrás que hoy y siempre), te dejamos por aquí una masterclass que no puedes perderte sobre la tasa de conversión.

 

 

Mmmmm…¿Se nos olvida algo?

¡Ah, sí! Recordarte que si nos necesitas, aquí estamos. Que no tienes por qué hacerlo sol@.

 

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Tags: Marketing online, marketing digital, aumentar clientes, inbound marketing