Alguien dijo una vez que “si no está en Internet, no existe” (seguro que sabes de qué “alguien” estamos hablando).
Pero a ese alguien se le olvidó mencionar que, aunque esté en Internet, si no tiene una buena estrategia digital detrás, de poco vale.
Y no, no queremos dar lugar a equivocaciones. Una buena estrategia digital no es solo una cuestión tecnológica o un análisis de un puñado de datos.
El corazón de una buena estrategia digital está en la conexión con tus clientes.
Y la clave está en conseguir que cada paso digital que des, esté alineado con tus metas.
¿Cómo hilamos todo esto para crear la mejor estrategia digital? Vamos a verlo en profundidad…
¿Qué es una estrategia digital?
Una buena estrategia digital tiene que combinar dos factores: Una planificación clara de objetivos y un conocimiento profundo del cliente.
Y ha de ser una combinación sin fisuras, porque a raíz de ella se establecerán las técnicas a implementar en los diferentes canales que harán de puente entre tu negocio o marca y tus clientes.
¿La joya de la corona? La personalización.
Esto va de personas. De conectar con ellas. De interactuar. De conseguir una interacción que traspase pantallas.
Viéndolo todo en perspectiva, una estrategia digital enfocada al éxito debe contener tres elementos esenciales: tecnología, datos e interacción con personas.
Cada clic debe estar pensado para conocer mejor a tus clientes, pero también para que ellos te conozcan mejor a ti.
Elementos fundamentales de una estrategia digital empresarial
A la hora de crear una estrategia digital empresarial, es importante no buscar ese “mantenerse a flote”. El santo grial ha de ser prosperar, crecer a la par que el público que está al otro lado de la pantalla.
Y para eso, hay ciertos elementos que es fundamental que integres en tu estrategia digital:
- Objetivos claros y alineados: Define objetivos específicos y, ¡ojo! medibles, que estén alineados con la visión general de tu empresa. Ya sabes, aumentar las ventas, mejorar la interacción con el cliente o expandir tu alcance de mercado.
- Conocer a tu Buyer Persona: Entender a tu audiencia es básico. Tienes que crear un Buyer Persona (o varios). Representaciones detalladas de tus clientes ideales, basadas en investigaciones y datos. Así, podrás personalizar tus acciones de marketing y dirigirte a los segmentos correctos con los mensajes correctos y a través de los canales correctos.
- CRM: Necesitas un CRM (Customer Relationship Manager) para organizar, analizar y gestionar la información de tus clientes. Un buen CRM, además de ayudarte a mejorar las relaciones con los clientes, también te facilitará la segmentación del mercado, el seguimiento de las interacciones y la personalización de la comunicación. Y por aquí, regalito para ti: ¿Quieres saber cómo implementar un CRM como Hubspot?
- Presencia online optimizada: Asegúrate de que tu web y tus perfiles en redes sociales llamen la atención a quiénes se la tienen que llamar, sean fáciles de usar y estén optimizados para móviles. Y recuerda, el contenido siempre relevante y de valor.
- Marketing de contenidos y SEO: Desarrolla una estrategia de marketing de contenidos que te permita establecer autoridad en tu sector (volvemos a lo del punto anterior, aporta valor. Mucho valor). Y optimiza tu contenido con una ayudita del SEO para los motores de búsqueda y mejorar así tu visibilidad online.
- Publicidad digital: Utiliza la publicidad online (SEM) para llegar de manera efectiva al público al que quieres llegar. Aquí prima una segmentación precisa que te de oportunidades de interacción directa con tus clientes.
- Análisis y medición de datos: Y ahora sí, los datos entran al campo de juego. Tienes que medir el rendimiento de tus campañas y utilizar esos datos para entender mejor el comportamiento de tus clientes. ¿Resultado? Toma de decisiones informadas y la posibilidad de ajustar tu estrategia digital si fuera necesario.
- Experiencia del usuario (UX) y diseño: La experiencia del usuario de tu web o app debe ser intuitiva, rápida y dejar buen sabor de boca. Un diseño UX mimado y creado con cariño garantiza que los usuarios puedan encontrar fácilmente lo que buscan y que no se ahoguen en un mar de enlaces.
¿Y cómo encajan todos estos elementos dentro de una estrategia digital? ¡Seguimos!
6 tácticas para implementar en una estrategia digital que funcionan
Para crear una estrategia digital realmente efectiva es esencial saber encajar en el puzzle los elementos que mencionábamos en el punto anterior.
¿Cómo?
Implementando tácticas específicas que los incluyan. Por aquí te dejamos algunas:
- Web optimizada: Tu sitio web es el eje central de tu presencia digital. Así que, es importante que siempre tengas en cuenta tres puntos clave: que sea rápido, móvil-friendly y fácil de navegar. Eso sí, sin pasar por alto un diseño llamativo para tu público y una estructura clara. Ambos son esenciales para retener visitantes y convertirlos en clientes.
- Keyword Research (Investigación de palabras clave): Necesitas saber qué términos de búsqueda utilizan tus clientes potenciales. La investigación de palabras clave es la base para optimizar tu contenido y mejorar tu SEO. ¿Cómo si no pensabas aparecer en los resultados de búsqueda relevantes y atraer tráfico orgánico a tu sitio?
- Contenidos de valor para el blog: Y seguimos dándole al bombo con los contenidos de valor. Disculpa, pero es que son importantes. De verdad… Un blog no es un espacio para escribir lo que te venga en gana sobre tu empresa. Debe ser una fuente de información útil (y sí, de valor) para tu público objetivo. ¿Nuestro consejo? Publica regularmente artículos que aborden sus problemas, preguntas y necesidades, basándote siempre en el Keyword Research del que hablábamos antes.
- Recursos descargables: Los recursos descargables, como e-books, whitepapers, o Lead Magnets, son excelentes para captar leads. No te lo pienses y ofrece a tus visitantes este tipo de recursos a cambio de su información de contacto para comenzar a construir tu base de datos y poder usarla en futuras campañas de marketing.
- El poder de la viralización en rrss: Las redes sociales vienen a ser un súper altavoz para amplificar tu mensaje y llegar a una audiencia más amplia. Cuídalas y crea contenido que sea atractivo, relevante e, importante, compartible. Un contenido que se vuelva viral aumentará exponencialmente tu alcance y reconocimiento de marca, aprovechando la naturaleza interconectada de las plataformas sociales.
- Social Selling: Esta táctica implica utilizar las redes sociales para encontrar y conectar con prospectos, construir relaciones y, ¿por qué no? vender tus productos o servicios. Se trata de no quedarte en el simple hecho de promocionar tu marca. Ve un paso más allá. Cruza la puerta e interactúa con tu audiencia, responde a sus preguntas y ofrece soluciones a sus problemas. El social selling pone un rostro humano a tu marca.
¿Qué destacamos de todo esto? Que todas estas tácticas tienen algo en común que se convierte en el eje central de toda estrategia digital: el marketing digital no consiste solo en vender. Se trata más bien de construir relaciones, ofrecer valor y establecer una presencia que genere confianza y respeto dentro de tu sector.
Indicadores clave para medir el éxito de tu estrategia digital
Y ahora vamos con la chicha…
¿Qué indicadores clave son los que te chivarán si tu estrategia digital va por el buen camino?
- Tráfico web: Es, quizás, el indicador más básico. Pero también uno de los más importantes. Y, por aquí, nuestro consejo es que no te fijes solo en la cantidad de visitantes que recibe tu web. Pon el foco también en su origen. Eso te indicará qué canales están funcionando mejor dentro de tu estrategia digital para atraer visitas a tu web.
- Tasa de conversión: La tasa de conversión, es decir, el porcentaje de visitantes que completan una acción deseada (como realizar una compra o suscribirse a tu newsletter), es un indicador fundamental para evaluar la eficacia de tu web y de tus campañas de marketing.
- Engagement en Redes Sociales: Los likes y los seguidores no lo son todo. Ten muy en cuenta el nivel de interacción (comentarios y compartidos) que generan tus publicaciones. Es la única forma de saber si tu audiencia está comprometida de verdad con tu marca. Y, por supuesto, de saber qué es lo que esperan de ti.
- Retención de clientes: La capacidad de retener a tus clientes es tan importante como atraer nuevos. O quizás, más. Así que, saber cuántos clientes repiten compras o siguen interactuando con tu marca después de su primera compra, te vendrá de perlas para el tema de fidelizar, ¿no crees?
- CPA (Costo por Adquisición): Este indicador te va a decir, muy chivato él, cuánto te cuesta adquirir un nuevo cliente. Sí, es un dato vital para entender la eficiencia de tus campañas de marketing en particular y de tu estrategia digital en general.
- ROI (Retorno sobre la Inversión): El ROI mide la rentabilidad de tus inversiones en marketing digital. O, dicho con otras palabras, te ayuda a entender si el dinero que estás gastando se traduce en resultados concretos, como ventas o leads.
- Feedback del cliente: No subestimes las opiniones de tus clientes. De hecho, no subestimes a tus clientes, así, en todo su esplendor. Realiza encuestas o revisa las reseñas que te dejan para entender en qué punto se encuentran en su relación con tu marca y su nivel de satisfacción. Lo que te cuentan tus clientes se traduce en insights muy valiosos sobre áreas de mejora.
- Tiempo de permanencia en la web y páginas visitadas por sesión: ¿Cuánto tiempo pasan los usuarios en tu web? ¿Cuántas páginas visitan de media? Y, sobre todo, ¿qué páginas son las más visitadas? Un conjunto de pistas clave para valorar la eficacia de tus contenidos y la usabilidad de tu web.
¿Te contamos un secretillo? Lo ideal es que interpretes todos estos datos dentro del contexto específico de los objetivos que te hayas marcado. Así, la rueda de tu estrategia digital estará completa.
¿Cómo lo ves? ¿Podríamos acuñar la frase “un negocio online sin estrategia digital no existe”? Lo cierto es que sí…
Así que, si necesitas ayuda para llevar a tu marca a lo más alto a nivel digital, no te lo pienses, que por aquí estaremos encantados de echarte un cable (o los que hagan falta).