¡Lo tienes! Llevas tiempo dando vueltas a cómo desarrollar esa idea de negocio que estás segur@ de que cambiará el mundo. Al menos, tu mundo.
Te gusta, es lo tuyo. Sabes que serás feliz dando vida a esa idea y compartiendo con ella tu trayectoria profesional. Pero, ¿dónde está el primer escalón?
Hay tanto que abarcar y, a priori, todo parece tan disperso en tu mapa mental… Nicho de mercado, plan de negocio, estrategia digital…
¡Que no cunda el pánico! Vamos a poner orden a todo esto.
¿Objetivo principal? Que esa idea de negocio se convierta en una empresa rentable y sostenible a largo plazo.
Casi nada, eh?
¿Se puede hacer? Sí, por supuesto.
¿Se puede conseguir de forma casual e inmediata? Nein.
¿Cuáles son los cimientos para desarrollar una idea de negocio y alcanzar ese objetivo principal? Planificación y enfoque estratégico.
¿Qué tipo de estrategias pueden ayudarte a dar el salto con red? Vamos a ver algunas:
Planificación exhaustiva: Para planificar, necesitas investigar antes bien a fondo. Así que, investiga el mercado y a la competencia para después pasar a definir una propuesta de valor única y establecer unas metas claras y, por descontado, viables y alcanzables. ¿Lo tienes? Pues ya cuentas en tu haber con una hoja de ruta que guiará tus decisiones y acciones a partir de ahora.
Identificación del nicho de mercado: ¿Has oído alguna vez eso de “no se le puede caer bien a todo el mundo”? ¿Y lo de “quién mucho abarca, poco aprieta”? Pues por aquí, más de lo mismo. Si estás pensando en intentar dirigirte a “todo el mundo”, sin distinción, ni medida…Aparca esos pensamientos, que no te llevan por buen camino. Mejor, tómatelo con calma e identifica un nicho de mercado específico. Solo así podrás adaptar tus productos o servicios para satisfacer sus necesidades, poner el foco en la fidelización y conseguir mayores márgenes de beneficio.
Diferenciación: Que sí, que somos muy pesados (insistentes, mejor) con lo de la diferenciación. Pero, de verdad, tenemos que serlo. Es crucial para destacar en el mercado. ¿Qué hace que tu negocio sea único? ¿Por qué tú y no otro? Primero tienes que tenerlo claro tú y después contárselo a los demás.
Gestión eficiente de costos: La billetera es muy importante. Controlar los gastos y los ingresos desde el minuto uno es esencial para mantener márgenes de beneficio saludables. Así que, ya sabes, ponte desde el principio a buscar formas de optimizar los gastos operativos, a negociar con proveedores y, grábate esto último a fuego, a controlar los gastos superfluos.
Inversión en marketing: No se puede hablar de creación y desarrollo de negocio sin hablar de clientes. Y hablar de conseguir y fidelizar clientes, es hablar de marketing. ¿Cómo vas a trabajar el marketing de contenidos? ¿En qué plataformas vas a estar presente y por qué? Invierte en estrategias de marketing adaptadas a tu nicho de mercado para dar vida a tu idea de negocio.
Desarrollo de relaciones a largo plazo: ¡Qué bonito es el amor! También en los negocios. No se trata solo de adquirir nuevos clientes, sino también de mantener relaciones a largo plazo con ellos. La retención de clientes es más rentable que la adquisición de nuevos, ¿lo sabías? Proporcionar un servicio excepcional al cliente y construir una reputación sólida se traduce en ventas recurrentes y referencias.
Monitoreo constante y adaptación: El entorno empresarial es de culo inquieto y las condiciones pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Así que, no te duermas en los laureles y sigue de cerca las métricas clave para adaptar tu negocio a esos cambios según vaya siendo necesario. La flexibilidad y la capacidad de aprender, tanto de los éxitos, como de los fracasos son los dos puntos fuertes a destacar en este aspecto.
Inversión en tecnología: La tecnología está de tu parte. Automatizar procesos, recopilar datos para tomar decisiones informadas o mejorar la atención al cliente con IA, por ejemplo, son ya básicos para desarrollar una idea de negocio y navegar viento en popa.
Y dos apuntes más que vienen genial en el proceso de desarrollo de negocio: Paciencia (“Roma no se construyó en un día”) y perseverancia (“El que la sigue, la consigue”). ¡Cómo nos gusta el refranero y qué bien se adapta a todo!
Si estás leyendo esto con interés, es que eres ambicios@. Bien, porque desarrollar un negocio escalable y de éxito a largo plazo también lo es. Hablamos de un compromiso serio, con pedida de mano delante del suegro y todo…
¿Qué pasos debes seguir para que este matrimonio no haga aguas?
¡Ojo! Lo de saltarse algún paso para ir más rápido, no vale. Solo despacito y con buena letra conseguirás una base sólida para establecer un plan de desarrollo de negocio escalable y de éxito a largo plazo.
Pero, tranquil@, que no estás sol@ frente al toro…Si necesitas un empujoncito en forma de mentorías o un aliado fiel que se haga cargo de todo eso del marketing online, ¡aquí estamos!