Sin prospección comercial, no hay ventas. Y si encima hablamos del mundo B2B la cosa se pone aún más seria.
Cuando hay que vender un producto, la mayoría de las veces nos lazamos a la aventura sin miedo ninguno.
El mundo de las ventas gira y gira. Y como te despistes te caes de la rueda. Luego dejar de medir y optimizar no es una opción.
En los últimos años son muchos los que se han empeñado en matar al email marketing. Pero, necesidades de homicidio gratuitas aparte, lo cierto es que está más vivo que nunca.