Hay webs que son bonitas… y webs que venden. Y no siempre coinciden.
El diseño UX no es un capricho estético. Es una herramienta que tienes que integrar en tu estrategia digital porque puede multiplicar (o hundir) tu tasa de conversión.
Y no, no hace falta empezar desde cero ni hacer una reforma integral con un ejército de diseñadores.
Muchas veces basta con saber dónde mirar, qué ajustar y cómo hacerlo con cabeza.
Vamos a desgranar todo lo que necesitas saber sobre el diseño de experiencia de usuario: qué es, cómo identificar si está fallando y qué cambios puedes hacer para que tu web empiece a funcionar como el mejor comercial de tu equipo.
A estas alturas, aún hay quien confunde el diseño UX con poner botones bonitos y sliders animados.
Así que, vamos a empezar aclarando conceptos.
UX ≠ UI
Una UI espectacular con una UX confusa es como tener un coche precioso… sin volante.
El diseño UX tiene un impacto directo en la percepción (y en las conversiones).
Una mala experiencia de usuario no solo frustra. También genera desconfianza. Y si nos ponemos en lo peor, una fricción puede costarte un lead cualificado.
¿Ejemplos reales?
Todo eso solo molesta… y molesta tanto que expulsa al usuario antes de que llegue a conocerte.
Y lo que queremos es mejorar la tasa de conversión web… ¡No cerrar puertas a nadie!
Pensar en UX solo cuando rediseñamos la web es como preocuparse por la salud solo cuando vamos al médico.
El diseño UX debe estar integrado en nuestra estrategia digital desde el principio.
¿Por qué? Porque afecta directamente a tus resultados. Así de simple.
Un mal diseño UX genera:
Un buen diseño UX, en cambio:
Haz esta pregunta. Es algo incómoda, pero los golpes de realidad son necesarios:
¿Es más fácil y agradable navegar por la web de tu competencia que por la tuya?
Porque si es así, estás perdiendo oportunidades a raudales.
Y recuerda, no sirve de nada hacer una web fantástica si no se mantiene. Enlaces rotos, contenidos desactualizados, formularios que dejan de funcionar… todo eso destroza la experiencia del usuario. El diseño UX también se cuida y se mima con el paso del tiempo.
La intuición ayuda, pero los datos mandan.
Y, ¿cómo puedes saber que tu web necesita una revisión urgente de experiencia de usuario?
¿Y lo que tienes que hacer si así fuera?
Te lo ponemos fácil.
Señales de alerta
Herramientas que puedes usar
¿Y cómo lo arreglamos?
No hace falta rehacer todo. Empieza por:
Pequeños cambios pueden tener un gran impacto si sabes dónde hacerlos.
Aquí no vamos a descubrir América, pero sí vamos a recordar lo que muchos olvidan cuando diseñan una web con prisas (o con ego):
Jerarquía visual y arquitectura de la información
El usuario tiene que saber qué mirar primero, qué mirar después… y después, y después... Si todo tiene el mismo peso visual, nada destaca.
Organiza los contenidos con lógica. Utiliza titulares, subtítulos, párrafos cortos, bullets.
Guía, no satures.
CTAs visibles, no escondidos
Microinteracciones que ayudan
Una animación sutil en un botón, un mensaje de confirmación tras una acción, un error bien explicado… todo suma a la experiencia.
Velocidad de carga y mobile first
Esto ya no es opcional. Si tu web carga lenta o no se adapta a móvil, estás fuera del juego. Literalmente.
El diseño no es solo visual. También es textual. Y en este punto muchas webs se caen con todo el equipo.
Porque todavía hay quienes se olvidan de que el copy guía al usuario
Por ejemplo, un buen microcopy en botones, formularios o mensajes de error puede:
Así que, tienes que evitar a toda costa estos errores (por desgracia, muy típicos):
No lo olvides. Las palabras también diseñan. Y mal usadas, arruinan experiencias.
Quien diga que el diseño UX es solo para eCommerce o apps móviles, no ha trabajado con una empresa B2B.
Aquí el reto es mayor. Pero también la recompensa.
Algunas cosillas a tener en cuenta:
Decisiones racionales ≠ experiencias frías
Los compradores B2B piensan más, comparan más… pero también valoran la agilidad, la claridad y la eficiencia. Una buena experiencia les hace la vida más fácil. Y eso, lo valoran.
Formularios complejos y procesos largos
Muchos leads se pierden porque el proceso de contacto es una tortura.
Buenas prácticas en landing pages demos y onboarding
Una buena primera experiencia calienta a los leads fríos… y los convierte en leads listos para cerrar.
Hay errores que se notan a primera vista… y otros que se camuflan tan bien que solo te das cuenta cuando ya has perdido al lead. El problema es que, en diseño UX, cada pequeño fallo tiene el potencial de cargarse una conversión.
Y no hablamos de “pecados capitales del diseño” o modas pasajeras.
Hablamos de decisiones mal tomadas, falta de análisis o simplemente falta de estrategia. Lo bueno: la mayoría se pueden evitar (o arreglar) sin reventar tu presupuesto.
Vamos a ver cuáles son esos errores tan comunes como caros… y, sobre todo, cómo librarte de ellos sin rehacer tu web desde cero.
Recuerda, una web que no convierte no siempre necesita un rediseño. A veces solo necesita una experiencia mejor pensada.
Porque en el fondo, el diseño UX no trata de lucirse, sino de guiar al usuario hasta donde queremos llevarlo… sin que se dé ni cuenta.
Y si llevas tiempo viendo que las visitas no se convierten en leads, que la navegación es confusa o que los formularios no se rellenan, ya sabes lo que toca: revisar tu UX con ojos críticos.
¿Lo hacemos juntos? Todo empieza con una sola decisión: pensar en la experiencia antes que en la apariencia.